Un implante sería el equivalente una raíz dentaria que insertamos en el hueso para que, después de un cierto tiempo -entre cuatro y seis meses- podamos usarlo de anclaje para una prótesis fija, funcional y estética. El implante se crea para sustituir dientes ausentes o perdidos por cualquier causa. Un implante debe integrarse en el organismo hasta el punto de convivir de forma sana y natural con el resto de los tejidos de la boca.
Al realizarse bajo anestesia local, la colocación de un implante ocasiona una molestia mínima o nula. En el postoperatorio podría presentarse alguna molestia o inflamación que se controla con medicación.
Entre los sistemas de implantes dentales pueden existir diferencias en cuanto a calidad, tecnología e investigación. Solo algunos de los sistemas que se comercializan se han sometido a pruebas científicas. Los sistemas de implantes que utilizamos en BrasilOcho tienen numerosos estudios científicos y clínicos que aseguran su éxito a largo plazo.
Generalmente, el proceso incluye 4 fases: estudio y planificación inicial (en BrasilOcho lo realizamos con diagnóstico digital 3D); fase quirúrgica, fase restauradora y fase de mantenimiento. El procedimiento a seguir es distinto en cada caso, y debe ser personalizado para cada paciente. A veces el implante requiere varias intervenciones quirúrgicas -normalmente dos- y otras veces se coloca en una sola etapa. Nuestro equipo implantológico le informará con detalle.
Tras un implante, y para la consecución de éxito a largo plazo del tratamiento, es fundamental mantener una correcta higiene y cuidado de la encía que lo rodea, y realizar visitas periódicas de mantenimiento al dentista.
Nos permiten sustituir dientes ausentes de manera fija y duradera, evitando dañar los dientes adyacentes y proporcionando una función y apariencia de dientes naturales.